tan azul, como siempre,
con tus olas tranquilas,
con tu espuma blanca,
con tu rumor que me hablaba.
Ayer te vi,
tan enorme, como siempre,
olías a sal,
a la arena mojada,
al sol de la mañana,
a la brisa que acompaña.
Ayer te vi,
ayer vi el mar,
tan hermoso, como siempre,
y me senté en tu orilla,
y levante mis ojos,
hasta el horizonte,
y me sentí feliz,
una vez más,
para siempre y por siempre.
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