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viernes, 4 de diciembre de 2020

La boca


 

En el inicio,
una sonrisa,
de labios que se cimbran,
que con dulzura reposan
en comisuras.

Después,
las palabras,
rumores que viajan en el aire
con forma de mensaje.

A continuación,
la risa,
gustosas algazaras
de venturosas almas.

Al final,
el beso,
la suspirada unión,
el obsequio de los que se buscan,
el culmen de los que se encuentran.

Y siempre,
la boca,
en el eterno poder de la seducción.

 


martes, 20 de octubre de 2020

Felicidad y nostalgia



Desde el impúdico sueño
que satisface mi ánima hedonista
con los deseos lascivos del propósito,
gritó en el silencio de mi presente
recorriendo reminiscencias perdidas
que se consumen en un pretérito
cuajado de sombras imperecederas.

Abrazo mis formas, algo raídas,
con la cadenciosa danza
de vestigios sazonados de venturas.

La tormenta cubrió el azul de mi cielo
con las nubes grises y sus lluvias
que acabaron apagando mi estrella.




Y entre aquellos soles y estos truenos,
los vericuetos que forma el tiempo
con el camino de la luz a la penumbra,
me llevan a decir, con voz serena,
que la felicidad, cuando es breve,
no es sino la puerta de la nostalgia.




domingo, 4 de octubre de 2020

Amar a la mar

La mar,
que me contempla,
con azules ojos de agua con sal,
como lágrimas de satisfacción.
Que me murmura,
con sus formas en espuma,
como una salutación
que perdió la letra muda.
Y yo,
que la observo,
con mirada de miel
que sonríe entre pupilas.
Que me aposento,
con calma
en una orilla de piedras.
Que le contesto,
con una palabra,
homófona a la suya,
pero de cuatro letras.
Y los dos,
que nos amamos,
como siempre
y para siempre.
 

domingo, 16 de agosto de 2020

Fira del llibre de Xilxes


Después de mucho tiempo sin hacerlo, he vuelto a una feria del libro, la de Xilxes, junto al mar y con todas las medidas de seguridad, donde he ´llevado a cabo una nueva presentación de Esbozos del Alma. Muchas emociones que parecían haberse perdido con todo lo sucedido










 

martes, 28 de julio de 2020

Alguna vez

                 

                   

Alguna vez,
si acaso en los cielos
o en la mar calmada,
entre una lluvia de placer
y una quimérica neblina
que certera muta.                   

                       Alguna vez,
tal vez en un juego,
en un silencio de miradas,
desde la cercana distancia,
junto a la esencia de una forma
y la luz de una caricia.                                      

                                           Alguna vez,
quizás en un sueño,
en un deseo cumplido,
a través de una sorpresa fugaz,
de una loada ofrenda
o de una sentida gratitud.                                                           

                                                                 Alguna vez,
a lo mejor en un instante
o al final de la esperanza,
en un tiempo fijado,
en un momento imprevisto,
en cualquier soplo de la vida. 

                                                                                     Alguna vez,

si acaso,
tal vez,
quizás,
a lo mejor,
¿un beso?


martes, 30 de junio de 2020

Volver a empezar otra novela

 En el día de hoy inicio el escrito de una nueva novela. Puede que en unos meses todavía tenga un par de páginas, puede que que esté, incluso, finiquitada, lo que me parece más bien cercano a la utopía. Los impulsos de la creación literaria, al menos los míos, son así, surgen sin avisar y se adueñan de la historia, de todo lo que va a acontecer. Me dan, como un regalo, una idea general que debo estirar y estirar hasta que tome una forma dentro de la cabeza coherente con lo que tendría que ser una novela. Este peculiar proceso, no me preguntéis por qué pues no lo sé, siempre me surge durante la noche y con la luz de la habitación encendida, como si esas bombillas que siempre son la imagen de las ideas, iluminasen mi mente hasta conformar una gran historia con todos los pasos, uno detrás de otro, guardados en el interior de mi cabeza.

Lo reconozco, no soy un ortodoxo de la elaboración literaria, esos impulsos que cito al principio de este texto son los dueños de mi novela, sin que tenga ninguna libreta donde anotar los escenarios, los personajes y cada una de sus cualidades físicas y psicológicas, las tramas... Todo lo guardo en mi mente y lo voy abocando conforme escribo. Pero, como he dicho, antes de lanzarme al vacío de llenar y llenar páginas, tengo que pasar el proceso de "la habitación con la luz encendida", y con esta novela todavía no me ha sucedido, sigo con la idea general sin estirar, una idea que para mí es la más compleja que he tenido jamás.

De todas formas, como siempre, estoy tranquilo, porque ese proceso jamás me ha faltado y nunca he dejado un proyecto de novela a medias. ¡Espero no volver a fallar!

Ah, y antes de terminar, en mi cabeza surgen un par de títulos para la novela, El poema, que me parece muy original llamar así a una novela, y Melancolía, una de mis palabras preferidas. Posiblemente la novela no se acabe llamando de ninguna de las dos maneras.

lunes, 15 de junio de 2020

Mar i sol


Mar i amb el sol, quina dolça parella
que de daurat i blau pinteu les hores,
que abans sovint us veia
i ara, fins avui us enyorava.
Remena el vent les aigües,
es tornen blanques de bromera
i preguen a les pedres gegants de la vora
amb gemecs i abraçades que les mullen.
La pau de solitud es vesteix,
el salobre esquitxa el perfum de la mar
i la muda llum, que de vermell escriu
paraules d’amor a les roques.

viernes, 17 de abril de 2020

Entre espera y esperanza

Entre espera y esperanza
los días saben a miedo,
las voces que nos avisan
no cesan de hablar de muertos.

Entre espera y esperanza
las horas ya no son tiempo,
se llenan con el dolor,
los silencios y el recuerdo.

Entre espera y esperanza
viven el tedio y bostezos,
la pereza y el desánimo,
la lasitud y el lamento…

Entre espera y esperanza
la ilusión gana al sosiego,
los aplausos y sonrisas
se dan mirando a los cielos.

Entre espera y esperanza
se preparan mente y cuerpo,
sin abandonar el claustro
se busca conquistar retos.

Entre espera y esperanza,
entre paciencia y anhelo,
tras esperanzas y esperas…
se acabará este mal sueño.

martes, 31 de marzo de 2020

Tiempos de pandemia

Estamos viviendo tiempos difíciles,  tan complicados y atípicos como son los tiempos una pandemia, es decir, la propagación de una enfermedad a nivel mundial. Algo muy grave, que está acabando con la vida de multitud de personas y que, además, nuestro país es uno de los más castigados del mundo... así, con lo crudo y duro que suena. Ninguno de nosotros había vivido una situación igual, el confinamiento, la cuarentena, el hecho de permanecer encerrados en nuestra propia casa sin poder pisar la calle más que para las necesidades más vitales. Pero en estos momentos hace falta mantener la serenidad, no ser vencidos por el miedo,  y sobre todo la unidad, desde los ciudadanos de a pie hasta los poderes más importantes, olvidarse de rencillas y remar juntos hacia la misma dirección. Son tiempos en los que hemos conocido a los verdaderos héroes, gente de carne y hueso que no proceden de ningún planeta imaginario, gente que arriesga sus propias vidas para curar y salvar la de los demás, gente que se exponen  para que no nos falte  ningún alimento, gente que continúa recogiendo nuestros desperdicios por las noches, gente que con sus distintos uniformes velan por nuestra seguridad... Mucha gente que demuestran que pese a todo, vivir en este mundo merece la pena. Y en el modesto papel de una persona que llena las páginas de palabras, solo quiero recordar que grandes obras de la literatura nacieron por una reclusión, hasta el mismísimo Quijote. La escritura, para todo aquel que le gusta escribir, y también, por supuesto, la lectura, nos pueden servir para llenar muchas de las horas que nos toca pasar en el interior de nuestras casas. ¡Al final todo pasará!


miércoles, 11 de marzo de 2020

Charla sobre corrección


Esta tarde, dentro de las charlas que hemos empezado a dar los miembro de Tirant lo Groc, me ha tocado a mí hablar de "La importancia del texto y la correción en la edición".


viernes, 14 de febrero de 2020

Desconocida

 



A ti, desconocida…

La que tienes que apartar de mi la soledad,

saciarme de caricias y de besos sempiternos,

abrazarme hasta que el aire me falte,

la que ha de caminar cogida de mi mano con paso sosegado

fijando tus miradas en las mías,

iluminar mi cielo posado en plena noche

desde hace tantas lunas sin sol,

la que ha de levantar las comisuras de mi boca

para trazar una sonrisa placentera

y que tus palabras suenen a cantos de esperanza y regodeo,

la que sueñe con utopías alcanzables

y me acompañe en el viaje al infinito,

la que con tu loca cordura me lleves al equilibrio

y me empujes hacia el abismo del deleite,

la que me hagas el amor en el alma

y la recubras con el éxtasis carnal…



La que no sientas ya más la solitud a mi vera,

que goces con mis dedos y labios rozando tu piel de forma imperecedera,

que vibres al estrechar con efusión nuestras figuras,

la que sigas mis pasos entre pupilas complacidas

y me permitas ser tu sol de medianoche,

la que no ceses de reír cuando mi voz invente historias y canciones,

la que me ayudes a tripular mis quimeras de certezas imposibles entre las estrellas,

la que te unas con armonía a mis delirios sensatos

y que te dejes arrojar desde las alturas hacia la plena satisfacción,

la que alcances el culmen del placer sexual junto a mi cuerpo

y me consientas enamorar a tu ánima…



La que ignoro cuál el color de tus ojos,

si tus cabellos son cortos o en forma de melena,

claros u oscuros,

lacios o rizados,

si tu rostro tiene el tono de la nieve, la arena o el ébano,

la que desconozco cómo son tus formas,

tu apariencia,

la que no sé de dónde vienes…

la que jamás me has dicho tu nombre.



La que aguardo con ansia,

la que la causalidad, que no la casualidad,

te hará leer esta misiva y te llevará junto a mí…



¡No tardes, desconocida,

porque aunque ni tú ni yo todavía lo sepamos…

ya nos amamos!